jueves, 22 de marzo de 2012

COSTOS DE UNA MALA CALIDAD


COSTOS DE UNA MALA CALIDAD

  El "costo de la no calidad", es conocido también como el "precio del incumplimiento" o el costo de hacer las cosas mal o incorrectamente. 

  Se le define como aquellas erogaciones producidas por ineficiencias o incumplimientos, las cuales son evitables, como por ejemplo: reprocesos, desperdicios, devoluciones, reparaciones, reemplazos, gastos por atención a quejas y exigencias de cumplimiento de garantías, entre otros. Por otra parte, otros incluyen a ambos bajo el concepto de costo de calidad. 

  Los "Costos de la no calidad" pueden significar alrededor de un 20 al 25% de los valores totales facturados. 

  Definitivamente estos costos varían en cada organización, sin embargo deben encaminarse esfuerzos para iniciar procesos para evitarlos ya que su identificación al ser presentada a los comités gerenciales sorprenderán por sus cifras y proyecciones y esta alarma será la impulsora hacia procesos de cambio en una nueva orientación hacia el Servicio al Cliente.

Factores para determinar los Costos de la No Calidad

  Costo de Desempeño.- Costos relacionados con hacer bien las cosas, es decir los costos libres de errores.
  Costos de Reprocesos.- Costos relacionados con hacer las cosas nuevamente, restituir, reparar o corregir fallas.
  Costos de Prevención y Detección.- Costos relacionados con los controles de calidad, es decir la identificación de posibles errores antes de que "estos den la cara al cliente" y la detección misma de errores una vez que el producto o servicio ha sido entregado al cliente

Definitivamente, el costo de la no calidad es la valoración errónea de las pérdidas negativas no mensurables que ocasionan o podrían ocasionar los fallos de la calidad. 

Está constituido por la suma de lo mayores costos en que se incurre(costos efectivos) y los menores ingresos que se generan (costos de oportunidad) provocados por la mala calidad.

“La mala calidad genera impuestos”

  La mala calidad y la ineficiencia en los procesos administrativos, ingeniería, producción o servicios, que resultan en desperdicios, reparaciones, quejas de los clientes e incluso pueden llevar a problemas de tipo legal, erogan gastos a la empresa que se deducen de las utilidades.

Ocho disciplinas para la resolución de problemas

  D1: Formación de un equipo de expertos que cubran todas las funciones.

  D2: Definición íntegra del problema.

  D3: Implementar y verificar una acción de contención provisional.

  D4: Identificar y verificar la causa raíz.

  D5: Determinar y verificar acciones correctivas permanentes 

  D6: Implementar y verificar las acciones correctivas permanentes.

  D7: Prevenir la re-ocurrencia del problema y/o su causa raíz.

  D8: Reconocer los esfuerzos del equipo.

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